El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.
Ante el incienso del Rey
arde mi llama de amor.El mundo se ha parado. La creación espera, expectante, su pronto renacer. Los astros que iluminan la noche se sienten dichosos: contemplarán tu venida. ¿Podré, como ellos, olvidar que habito entre tinieblas? Cuatro semanas, cuatro caminos, me llevan a Ti. Aunque incomparable a los sublimes regalos a tus pies, te ofreceré todo mi pobre ser.
Hechizad, astros silenciosos de cristal,
volad, inundando esta oscuridad.
Descubrid vuestro resplandor y claridad,
cautivad esta tierra invernal, glacial.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS VALLES SEDIENTOS DEL AYER
HAN DESPERTADO ESTE CLAMOR.
Y CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
LOS ACOMPAÑAN A LA LUZ,
CUANDO DESCUBREN SU BONDAD.
LA LUNA NO QUIERE DESCENDER,
LLENA Y RADIANTE ESTÁ SU FAZ.
EL TIEMPO AHORA ES EL MANÁ,
EL ALIMENTO CELESTIAL.
El calor de tu rostro nos deshelará,
brotarán doce rosas en el páramo.
Será una llama que recordará
que Tu amor no se esconde ni se mudará.
Luz, titilante fulgor,
rompe este negro confín.
LOS CUATRO CAMINOS DE HUMILDAD
HAN SIDO HOLLADOS POR LOS PIES
DE HOMBRES SENCILLOS, SIN EDAD,
QUE, SEDUCIDOS POR LA LUZ,
HAN DESTERRADO SU VIVIR.
Y DE ENTRE LA NIEBLA LOGRO VER
ESE DESTELLO DE TU SER.
DESAPARECEN, A TU VOZ,
ESAS TINIEBLAS SIN PODER.