En tus Manos
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.
Dedicatoria
Señor, solo Tú eres el dueño de la vida; nos concedes la gracia de nacer, siempre con un propósito y del mismo modo nos llamas a tu reino de luz cuando consideras que nuestra misión en la tierra ya está cumplida, no antes, ni tampoco después.
Hoy nos presentamos ante Ti con humildad profunda y seguros que nuestra oración será escuchada, para implorar por el alma de Joan Mena Llorca a quien has llamado a descansar a tu lado. Elevamos a Ti esta oración, Señor, porque solo Tú eres la paz incluso en medio de las más fuertes tempestades.
Padre celestial, dale el descanso eterno junto a ti, en tu regazo. Siéntalo a tu mesa purificado de todas sus faltas. Tú, que eres un Dios de amor y perdón, concédele la gracia de la vida eterna.
Te pedimos también Señor, por aquellos que hoy lloran su partida. A ellos, abrázalos con tu amor infinito y dales sabiduría para entender, en medio de su dolor, lo que ha pasado, tranquilidad para mantener la calma en estos momentos difíciles, inteligencia para comprender que la mejor manera de honrar a quien ya ha partido es recordarlo con amor y agradecimiento para que puedan reponerse de la tristeza y continúen adelante con tu compañía y haciendo tu santa voluntad.
Te agradecemos Señor, por escuchar nuestra oración, para que en un acto de misericordia le brindes la paz y perdón al alma de quien ya no se encuentra con nosotros y seas Tú la meta y guía de todos nuestros pasos para que cada una de nuestras decisiones esté encaminada a tu gloria, a tu voluntad. Así se cumplirá en nosotros el dicho de San Pablo: “Si vivimos, vivimos para el Señor; si morimos, morimos para el Señor; así que ya vivamos ya muramos, somos del Señor” (Rm 14, 8-9).
María Inmaculada, sea nuestro refugio y como en todos los momentos decisivos de la vida nos lleve a Jesús y le presente nuestras necesidades.
-Dale Señor, el descanso eterno y brille para él la luz perpetua. Amén
Frente a Ti, Señor, vengo a ponerme.
Con mi cruz, sin Ti, no puedo más.
De mis manos hoy, vuelve a caerse,
sólo no soy capaz,
tan sólo Tú me puedes salvar
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Ven a mi oh Dios, quiero adorarte
y que llenes Tú mi corazón,
ven Espíritu de Dios dame la fuerza,
que con tu gracia yo te pueda amar
y todo lo que Tú me das yo lo sepa dar.
ÁBREME SEÑOR LOS LABIOS
QUE DIGAN SÓLO TU NOMBRE
QUE MIS MANOS SEAN TUS MANOS
QUE ARDA EN MÍ TODO TU AMOR (x2)
Haz de mí un fuego vivo de tu amor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor,
Tú que eres mi rey y Señor.