2 de abril de 2005, 9:37 de la noche... Si hubiera sido un momento como tantos otros quizás habría caído ya en el olvido, arrinconado en una esquina de mi corazón y del de tanta gente. Sin embargo, fueron aquellas palabras agonizantes las que verdaderamente me hicieron caer en la cuenta que él nos había amado hasta el último suspiro, tanto a mí como a todos los que aquella noche lloramos su partida, con dolor pero con confianza de que, a pesar de su muerte, él siempre seguiría allí. Hoy sólo puedo repetir lo único que muchos logramos murmurar aquella noche: ¡Gracias, Juan Pablo II!
Una estrella
brota de otro manantial,
entre sombras,
en la más profunda oscuridad.
Tres antorchas
que se apagarán sin más
son las huellas
de un vacío en la soledad.
La lucha clandestina
contra un opresor yugo del mal,
Por una nación fuerte
que clama a la muerte libertad.
UN SENDERO HACIA EL DESTINO ETERNO,
PASOS SIN DUDAR
QUE SE ACERCAN AL FINAL.
OJOS EMPAÑADOS POR EL HUMO,
UN AMANECER
DE ESTE NUEVO IDEAL.
Un proyecto
por la vida y por la paz.
El triunfo
finalmente se hará realidad.
La tormenta,
el umbral del cielo ve
y en su manto
ráfagas se ahogan en la sed.
Vencer a las tinieblas...
¿Qué rayo podría traspasar
la noche de la niebla,
el eco de un mundo irreal?
PRENDED FUEGO AL HIELO HASTA QUE ARDA
E IRRADIE SU AMOR
SIENDO REFLEJO DE FE.
NO TEMÁIS, EL PORVENIR ES VUESTRO,
RESPLANDECERÁ
AQUEL SOL DE LA VERDAD.
Una hoguera
se consume sin cesar
y la brisa esparce cenizas para amar.
SIEMPRE OS HE BUSCADO, AMIGOS MÍOS,
Y AHORA ESTÁIS AQUÍ,
OS DOY GRACIAS POR VENIR.
EN EL CIELO OS ESTARÉ ESPERANDO
MIENTRAS CONSTRUÍS
AQUEL SUEÑO QUE VIVÍ. (x2) 2 de abril de 2005, 9:37 de la noche... Si hubiera sido un momento como tantos otros quizás habría caído ya en el olvido, arrinconado en una esquina de mi corazón y del de tanta gente. Sin embargo, fueron aquellas palabras agonizantes las que verdaderamente me hicieron caer en la cuenta que él nos había amado hasta el último suspiro, tanto a mí como a todos los que aquella noche lloramos su partida, con dolor pero con confianza de que, a pesar de su muerte, él siempre seguiría allí. Hoy sólo puedo repetir lo único que muchos logramos murmurar aquella noche: ¡Gracias, Juan Pablo II!
Una estrella
brota de otro manantial,
entre sombras,
en la más profunda oscuridad.
Tres antorchas
que se apagarán sin más
son las huellas
de un vacío en la soledad.
La lucha clandestina
contra un opresor yugo del mal,
Por una nación fuerte
que clama a la muerte libertad.
UN SENDERO HACIA EL DESTINO ETERNO,
PASOS SIN DUDAR
QUE SE ACERCAN AL FINAL.
OJOS EMPAÑADOS POR EL HUMO,
UN AMANECER
DE ESTE NUEVO IDEAL.
Un proyecto
por la vida y por la paz.
El triunfo
finalmente se hará realidad.
La tormenta,
el umbral del cielo ve
y en su manto
ráfagas se ahogan en la sed.
Vencer a las tinieblas...
¿Qué rayo podría traspasar
la noche de la niebla,
el eco de un mundo irreal?
PRENDED FUEGO AL HIELO HASTA QUE ARDA
E IRRADIE SU AMOR
SIENDO REFLEJO DE FE.
NO TEMÁIS, EL PORVENIR ES VUESTRO,
RESPLANDECERÁ
AQUEL SOL DE LA VERDAD.
Una hoguera
se consume sin cesar
y la brisa esparce cenizas para amar.
SIEMPRE OS HE BUSCADO, AMIGOS MÍOS,
Y AHORA ESTÁIS AQUÍ,
OS DOY GRACIAS POR VENIR.
EN EL CIELO OS ESTARÉ ESPERANDO
MIENTRAS CONSTRUÍS
AQUEL SUEÑO QUE VIVÍ. (x2) 2 de abril de 2005, 9:37 de la noche... Si hubiera sido un momento como tantos otros quizás habría caído ya en el olvido, arrinconado en una esquina de mi corazón y del de tanta gente. Sin embargo, fueron aquellas palabras agonizantes las que verdaderamente me hicieron caer en la cuenta que él nos había amado hasta el último suspiro, tanto a mí como a todos los que aquella noche lloramos su partida, con dolor pero con confianza de que, a pesar de su muerte, él siempre seguiría allí. Hoy sólo puedo repetir lo único que muchos logramos murmurar aquella noche: ¡Gracias, Juan Pablo II!
Una estrella
brota de otro manantial,
entre sombras,
en la más profunda oscuridad.
Tres antorchas
que se apagarán sin más
son las huellas
de un vacío en la soledad.
La lucha clandestina
contra un opresor yugo del mal,
Por una nación fuerte
que clama a la muerte libertad.
UN SENDERO HACIA EL DESTINO ETERNO,
PASOS SIN DUDAR
QUE SE ACERCAN AL FINAL.
OJOS EMPAÑADOS POR EL HUMO,
UN AMANECER
DE ESTE NUEVO IDEAL.
Un proyecto
por la vida y por la paz.
El triunfo
finalmente se hará realidad.
La tormenta,
el umbral del cielo ve
y en su manto
ráfagas se ahogan en la sed.
Vencer a las tinieblas...
¿Qué rayo podría traspasar
la noche de la niebla,
el eco de un mundo irreal?
PRENDED FUEGO AL HIELO HASTA QUE ARDA
E IRRADIE SU AMOR
SIENDO REFLEJO DE FE.
NO TEMÁIS, EL PORVENIR ES VUESTRO,
RESPLANDECERÁ
AQUEL SOL DE LA VERDAD.
Una hoguera
se consume sin cesar
y la brisa esparce cenizas para amar.
SIEMPRE OS HE BUSCADO, AMIGOS MÍOS,
Y AHORA ESTÁIS AQUÍ,
OS DOY GRACIAS POR VENIR.
EN EL CIELO OS ESTARÉ ESPERANDO
MIENTRAS CONSTRUÍS
AQUEL SUEÑO QUE VIVÍ. (x2) 2 de abril de 2005, 9:37 de la noche... Si hubiera sido un momento como tantos otros quizás habría caído ya en el olvido, arrinconado en una esquina de mi corazón y del de tanta gente. Sin embargo, fueron aquellas palabras agonizantes las que verdaderamente me hicieron caer en la cuenta que él nos había amado hasta el último suspiro, tanto a mí como a todos los que aquella noche lloramos su partida, con dolor pero con confianza de que, a pesar de su muerte, él siempre seguiría allí. Hoy sólo puedo repetir lo único que muchos logramos murmurar aquella noche: ¡Gracias, Juan Pablo II!
Una estrella
brota de otro manantial,
entre sombras,
en la más profunda oscuridad.
Tres antorchas
que se apagarán sin más
son las huellas
de un vacío en la soledad.
La lucha clandestina
contra un opresor yugo del mal,
Por una nación fuerte
que clama a la muerte libertad.
UN SENDERO HACIA EL DESTINO ETERNO,
PASOS SIN DUDAR
QUE SE ACERCAN AL FINAL.
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DE ESTE NUEVO IDEAL.
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El triunfo
finalmente se hará realidad.
La tormenta,
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y en su manto
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Vencer a las tinieblas...
¿Qué rayo podría traspasar
la noche de la niebla,
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PRENDED FUEGO AL HIELO HASTA QUE ARDA
E IRRADIE SU AMOR
SIENDO REFLEJO DE FE.
NO TEMÁIS, EL PORVENIR ES VUESTRO,
RESPLANDECERÁ
AQUEL SOL DE LA VERDAD.
Una hoguera
se consume sin cesar
y la brisa esparce cenizas para amar.
SIEMPRE OS HE BUSCADO, AMIGOS MÍOS,
Y AHORA ESTÁIS AQUÍ,
OS DOY GRACIAS POR VENIR.
EN EL CIELO OS ESTARÉ ESPERANDO
MIENTRAS CONSTRUÍS
AQUEL SUEÑO QUE VIVÍ. (x2) 2 de abril de 2005, 9:37 de la noche... Si hubiera sido un momento como tantos otros quizás habría caído ya en el olvido, arrinconado en una esquina de mi corazón y del de tanta gente. Sin embargo, fueron aquellas palabras agonizantes las que verdaderamente me hicieron caer en la cuenta que él nos había amado hasta el último suspiro, tanto a mí como a todos los que aquella noche lloramos su partida, con dolor pero con confianza de que, a pesar de su muerte, él siempre seguiría allí. Hoy sólo puedo repetir lo único que muchos logramos murmurar aquella noche: ¡Gracias, Juan Pablo II!
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¿Qué rayo podría traspasar
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SIEMPRE OS HE BUSCADO, AMIGOS MÍOS,
Y AHORA ESTÁIS AQUÍ,
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Una estrella
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Una estrella
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entre sombras,
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