Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.Sopla el viento sobre el llano,
y su silbo trae el recuerdo
de esos años que pasé, recorriendo junto a ti,
las praderas del oeste Americano.
HA LLEGADO JOHNNY EL GRANDULLÓN
CON SUS BALAS BIEN DISPUESTO
A SER EL MEJOR. (2)
Él pensaba que su vida era para pelear,
galopar por las praderas, huir de la autoridad.
De los indios se escondía
para hacerles de rabiar,
estaba solo de verdad.
Cuando entraba en algún pueblo
le miraban con terror,
si encontraba al juez o al sheriff
les pegaba un pescozón.
En el bar a un camarero
que a tiempo no se apartó
le dio con el escobón.
Hasta que un día en el desierto,
a un niñito se encontró
y pensó en abandonarlo, mas llorando lo oyó,
y al viejo coyote de las praderas
le latió el corazón
e intentó cambiar su vida y al chiquillo recogió.
Esa noche, ya cansado,
se metió en aquel saloon;
ya la gente se escondía,
el juez se quiso escapar,
cuando una voz muy fuerte
en la calle se escuchó:
entró el hermano del chaval.
Cuando quiso darse cuenta
todo estaba del revés,
tras la lucha su sombrero
no le quiso devolver.
A pesar de todo, Johnny
la derrota aceptó;
decidió ser el mejor.