La única felicidad


Tú eres signo constante en mi vida,
una presencia soñada y querida.
Tú, Señor, que cada día, desde la sencillez
me has dado tu paz, tu gesto de amistad,
has creado mi historia.
Y desde todas mis limitaciones,
te quiero hablar de compromiso y lucha,
de confianza en el nuevo proyecto
que en mí vas a empezar.


Y YO NO QUIERO CONFORMARME
VIVIENDO FALSAS ALEGRÍAS,
LA ÚNICA FELICIDAD ME LA DAS TÚ.
QUE CADA DÍA QUE YO VIVA
TE DESCUBRA JUNTO A MÍ.
A TU LADO QUIERO ESTAR,
SEÑOR JESÚS.


Tú sabes bien lo que soy, lo que amo,
has compartido tu vida conmigo.
Tú, Señor, que a cada instante te muestras
en los actos de los demás,
me aceptas como soy, guías todos mis pasos.
Con la confianza del que siempre encuentra,
construiremos poco a poco un sueño.
Aquí me tienes dispuesto a seguirte
con inquietud y confianza.