Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
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Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
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pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
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no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
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y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.Sale el sol, y la luna se esconde deprisa;
hay niños que hoy,
amanecen con manos tendidas.
En la aceras,
la inocencia vestida de harapos
mendiga a ciegas,
lo que el mundo le sobra en las manos.
Sale el sol, que ilumina a ricos y a pobres;
pregunto yo,
si el derecho a vivir levantados,
no será el mismo
para todos los que padecemos el sol;
que nadie tenga que vivir arrastrado.
Y ESE NIÑO EN LA CALLE
QUE NUNCA HA TENIDO A NADIE
QUE LE BESE EN LAS MEJILLAS AL DORMIR.
BUENA MADRE DEL HOMBRE,
ACARICIA TU SUS NOCHES,
QUE TU MANTO NO SEAN MANTAS (2)
DE CARTÓN. (2)
Sus ojos van descubriendo ilusiones y sueños,
en el andar
de quien no los miró como ajenos.
Precisan poco,
poco más de un amor que les hable,
y llene apenas
esa ausencia que no llena nadie.